La bocina trajo una sonrisa generalizada a la expedición española, que luchará este domingo (20.00 horas) por su quinto entorchado continental. Una individualidad, la de Torrens, que estuvo muy bien arropada por la defensa y tensión del resto del equipo, que supo disfrutar y sufrir a partes iguales ante el empuje de las húngaras en la segunda parte.