El reloj solo se detiene en caso de falta o de que el balón salga fuera. Chomicius no la metía ni en una piscina, pero era muy fuerte y ahí es donde veía Gomelski que fallaban contra los americanos. Todos ellos eran excelentes jugadores, estelares, cuando fueron jóvenes tenían una proyección magnífica y, de un modo u otro, se quedaron cerca de las expectativas.