El mítico exjugador de los Lakers había fallecido a los 41 años junto a su hija Gianna, de 13, y otras siete personas, entre ellas algunas compañeras del equipo de la pequeña. Los diferentes escándalos y la sanción de la NBA obligan a Sarver a vender, y ahí emergen diferentes grupos para hacerse cargo de un equipo candidato dentro de la Conferencia Oeste.